Audi celebra en 2014 un aniversario muy especial: los 25 años de la tecnología TDI.
En otoño de 1989 la marca de los cuatro aros presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt el Audi 100 2.5 TDI equipado con un motor turbodiésel con inyección directa y regulación completamente electrónica. Desde entonces, Audi ha ido ampliando su ventaja en este ámbito tecnológico, estableciendo nuevos hitos.
25 años de la tecnología TDI
Desde 1989, la tecnología TDI ha ayudado a que el motor diésel se convierta en un éxito rotundo. Su desarrollo se ha ido produciendo en varios pasos, con la sobrealimentación, la inyección y la depuración de los gases de escape como los ejes principales del mismo.
A lo largo de estos 25 años, el TDI ha ganado más del 100% de potencia y de par motor, mientras que en el mismo periodo de tiempo las emisiones de gases contaminantes se han reducido en un 98%.
Hasta el día de hoy Audi ha fabricado unos 7,5 millones de automóviles con motores TDI, y sólo en 2013 la cifra ascendió a casi 600.000 unidades. Todos ellos han contribuido en gran medida a que la marca de los cuatro aros haya podido reducir en los últimos años las emisiones medias de CO2 de su flota de vehículos nuevos para la UE en un 3% al año.
De los 156 modelos TDI que se incluyen en la actualidad en la gama de Audi, más de 58 presentan unas emisiones de CO2 de entre 85 y 120 gramos. El Audi A3 ultra con su TDI de 1,6 litros ofrece un consumo medio de sólo 3,2 litros de combustible a los 100 km.
El término «ultra» es aquí sinónimo de sostenibilidad en todos los ámbitos; en la actualidad Audi está ampliando su oferta de modelos ultra de gran eficiencia a pasos agigantados.
Todos los motores TDI que Audi ofrece hoy en día son altamente eficientes, limpios, refinados, confortables y potentes. Con excepción del Audi R8, se pueden encontrar en todas las series de modelos, con cilindradas que van desde 1,6 hasta 4,2 litros y potencias entre los 90 CV (66 KW) del 1.6 TDI a los 385 CV (283 KW) del 4.2 TDI. Las estadísticas de ventas presentan al 2.0 TDI como el líder indiscutible.
De él se han comercializado hasta el momento casi 3 millones de unidades, 370.000 de ellas sólo durante el año pasado. La tecnología TDI de Audi tiene una historia extraordinariamente exitosa y un gran futuro. El 3.0 TDI clean diesel, de emisiones minimizadas y completamente rediseñado, marca una nueva pauta; en los modelos compactos se incorporará pronto un nuevo 1.4 TDI clean diesel con tres cilindros.
Los motores V6 TDI, por su parte, equiparán a corto plazo un compresor eléctrico adicional para conseguir un despliegue espontáneo de la potencia incluso con regímenes bajos, lo que convertirá la conducción en una experiencia aún más deportiva.
Con el biturbo eléctrico Audi se lanza ahora también a la electrificación del TDI. Los nuevos componentes de hibridación llegarán pronto al mercado, y en el futuro se ofrecerá una solución a medida para cada cliente y cada necesidad, incluso un TDI con tecnología híbrida enchufable.
En lo que respecta al combustible, la marca apuesta por el Audi ediesel, que además de producirse de manera sostenible permite circular con emisiones neutras de CO2. En colaboración con la empresa de biotecnología Joule, Audi trabaja para la producción de combustible sintético utilizando microorganismos especiales.
Audi tiene la intención de reducir el consumo de sus modelos hasta una media de 95 gramos de CO2 por kilómetro para el año 2020. Por ello, los ingenieros no sólo trabajan en la hibridación, sino también en los clásicos ámbitos técnicos. Entre ellos se cuentan, por ejemplo, la reducción de la fricción, la gestión térmica y el comportamiento de combustión, con la inyección y sobrealimentación.
Audi opta por el rightsizing en lugar del downsizing, es decir, el tamaño de motor correcto para el correspondiente tamaño del vehículo. Así pues, los motores TDI con seis y ocho cilindros han demostrado ser en la práctica sumamente eficientes, ya que presentan una extraordinaria estabilidad de funcionamiento con regímenes extremadamente bajos.
AUDI AG también está expandiendo sus TDI a mercados como Asia y América del Norte. En 2008 la compañía se convirtió en el primer fabricante Premium en entrar en el mercado chino con esta tecnología, mientras que la iniciativa diésel puesta en marcha en 2009 ha transformado la imagen que tenía esta tecnología en el mercado americano, y las ventas han superado claramente todas las expectativas.
Sólo en 2013, las ventas de modelos Audi TDI clean diesel en Norteamérica aumentaron un 40 por ciento, y Audi América cuenta hoy con la gama de versiones diésel más amplia en el segmento Premium, a la que en breve se añadirán los Audi A3 Sedan y A3 Sportback TDI.
Con su eficiencia, capacidad de respuesta desde bajo régimen y economía de consumo, los TDI son vehículos muy adecuados para clientes particulares o empresas que realizan muchos kilómetros al año. Esta tecnología es muy popular en los principales mercados europeos, con Alemania, el Reino Unido e Italia como los mayores mercados globales.
Cerca del 90% de los clientes de Audi en el mercado español adquirieron un diésel en 2013. A nivel mundial, casi el 40 por ciento de todos los Audi fabricados el pasado año equipaban esta tecnología: de las líneas de montaje salieron en 2013 alrededor de 593.000 vehículos Audi con motores TDI.
El deporte del motor forma parte del ADN de Audi. El circuito es el laboratorio de ensayos más exigente para los nuevos desarrollos que se han de trasladar a la producción en serie. El motor TDI debutó en las 24 horas de Le Mans en el año 2006; desde entonces, la marca de los cuatro aros ha participado nueve veces en esta competición y se ha alzado con ocho victorias generales.
En la pista se aplican los mismos requisitos que en la fabricación en serie; el objetivo consiste en exprimir al máximo cada gota de combustible. Los éxitos en el deporte del motor corroboran de forma impresionante el potencial de la tecnología TDI de Audi. La última vez con una doble victoria en Le Mans, en la carrera de larga distancia más importante.
la tecnologia en 25 años,