Despues de muchos rumores Audi presentara en enero el nuevo Audi Q7. Con esta segunda generación, Audi pretende establecer nuevas referencias en el segmento. La nueva transmisión, el nuevo bastidor, la nueva construcción ligera impresionan con tecnología innovadora. El nuevo Audi Q7 es 325 kilogramos más ligero que el anterior Audi Q7.
El nuevo Audi Q7 es un vehículo imponente, con la mejor relación altura/peso de su clase: 5,05 metros de longitud, batalla de 2,99 metros, 1,97 metros de anchura y 1,74 metros de altura. Si bien es más corto y estrecho que su predecesor, el habitáculo es más largo y ofrece más habitabilidad vertical. Una experiencia de 20 años en construcción ligera se aplica en el nuevo Audi Q7. Provisto de un motor 3.0 TDI, el nuevo Audi Q7 registra en báscula sólo 1.995 kilogramos, un peso 325 kilogramos menor que en el modelo de la generación anterior. Con el motor 3.0 TFSI el Q7 es aún más ligero, pesando sólo 1.970 kilos. La técnica de construcción ligera se aplica en todas las áreas, desde el sistema eléctrico a piso del maletero. La clave es la estructura de la carrocería, en la que un nuevo diseño multimaterial reduce el peso en 71 kilogramos. Esto sitúa al Audi Q7 entre los mejores de su segmento.
El aislamiento acústico premium refuerza la impresión de solidez y elegancia, proporcionando un grado único de confort en cualquier situación. Este valor referencia en el segmento es el resultado de refinadas soluciones técnicas. Los bajos están casi completamente alisados; un pequeño spoiler en la zona del eje trasero reduce el levantamiento. El modelo de máxima eficiencia -el V6 TDI con 218 CV que aparecerá más adelante- dispone de lamas entre la parrilla Singleframe y la zona superior del radiador principal. Las lamas se abren o -para una mejor aerodinámica- se cierran cuando es necesario, buscando la mayor ventaja de penetración aerodinámica y optimización energética.
El diseño del nuevo Q7 es decidido y masculino. Las líneas horizontales que conectan la parte superior de los pasos de rueda constituyen un sutil homenaje a los modelos clásicos quattro de Audi. Los retrovisores exteriores están montados en el borde superior de las puertas. Una franja plateada, con el logo quattro grabado, da continuidad longitudinal a los bajos de las puertas. El portón trasero en su parte inferior desborda la prolongación de los pilares posteriores fuertemente inclinados, un rasgo típico de los Audi Q.
La parrilla Singleframe tiene un marcado relieve y muestra gruesos tabiques horizontales, integrándose orgánicamente en el frontal. Su ancho marco se prolonga hasta los faros, que disponen de tecnología xenón, LED o Matrix LED, dependiendo de la opción elegida por el cliente. Las luces diurnas de los faros LED tienen forma de doble flecha. Los grupos ópticos traseros incluyen intermitentes dinámicos, otra innovación Audi.