Cuestión de lógica es que tener una buena visibilidad al volante es muy importante, ya que el 90% de la información que recibe el conductor viene de la vista. Es por ello que los limpiaparabrisas o escobillas del coche son vitales para evitar situaciones de peligro.
El control de su estado y del nivel de líquido limpiaparabrisas es necesario para garantizarse una buena visibilidad (y así anticipar posibles riesgos) en condiciones de lluvia o cuando el polvo o los insectos se han apoderado de los cristales.
Como curiosidad, de media las escobillas están activadas un 7% del tiempo de vida útil de un coche, un dato relevante que ilustra su importancia en circunstancias donde los accidentes son más frecuentes.Como norma general las escobillas se deben cambiar cada año para estar seguro de su correcto funcionamiento y es mejor hacerlo tras el verano antes que vengan las primeras lluvias del otoño.
Sin embargo, como muchas economías domésticas no se pueden permitir ese desembolso anual, ahí va este tríptico que ilustra bien cuando es recomendable o imprescindible su recambio en función de cómo desaloja el agua.
Una vez se decide cambiar las escobillas lo mejor como siempre es optar por los productos originales en talleres oficiales, aunque sean más caras.
Las diferencias respecto a unos limpiaparabrisas low-cost están en la calidad de la goma que limpia (más duradera y adaptada a los cambios de temperatura), la presión uniforme que se ejerce sobre el cristal e incluso el estudio aerodinámico que se realiza en las mismas para reducir las vibraciones del conjunto.Eso sí, también uno puede tomar algunas precauciones para que la vida útil de las escobillas sea mayor. Éstas:
- Limpia las escobillas con regularidad con un paño humedecido con agua.
- Evita productos químicos que entren en contacto con la goma de las escobillas.
- Los limpiaparabrisas dobles suelen durar la mitad que los convencionales.
- Es interesante utilizar anticongelante en combinación con el líquido limpiaparabrisas en caso de que se circule con temperaturas bajas.
- Si el coche ‘duerme’ en la calle en invierno acostúmbrate a levantar las escobillas o al menos poner un papel entre la goma y el cristal para evitar que se pegue.
- Si el cristal está congelado no uses los limpiaparabrisas hasta que no hayas quitado la primera capa de hielo.
Con todo esto en cuenta seguro que este elemento de seguridad no te deja vendido cuando realmente lo necesites.
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