Jenson Button probó en el Gran Premio de F1 de este fin de semana, que la confianza y la persistencia de McLaren-Honda, con el tiempo, dan su resultado. En una carrera perfecta desde el punto de vista de la estrategia, Jenson corrió hasta llegar séptimo a la bandera de cuadros. Además, la penalización de 5 segundos a Carlos Sainz lo elevó a sexta posición, su mejor resultado de la temporada.
McLaren-Honda empieza a ver algo de luz
Jenson fue el primer piloto en conseguir que los neumáticos Option respondieran sobre el asfalto húmedo, lo que sin duda le ayudó a terminar entre los 10 primeros. La segunda parada en boxes, durante el Safety Car, consolidó su posición, pero fue su insistencia en hacer una tercera parada para prevenir el desgaste de los neumáticos la que terminó de apuntalar su carrera: de quinta posición pasó a octava, pero recuperó posiciones rápidamente gracias a los nuevos neumáticos.
A Fernando Alonso no le fue tan bien, aunque luchó duramente en la que el mismo describió como «una de las mejores carreras de mi vida». Comenzó con mal pie al verse atrapado por el derrape de Felipe Massa antes de llegar a la primera curva y, después de renquear hasta boxes para instalar un juego nuevo de Insters, salió bien atrás en la parrilla. Pero todo perdido es todo por ganar, y cuando el Safety Car salió a recoger el Sauber accidentado de Marcus Ericsson, Fernando aprovechó para recuperarse y comenzar a atacar desde detrás del pelotón.
Imparable como de costumbre, Fernando consiguió situarse entre los cinco primeros el Mclaren-Honda. Sin embargo, claramente la suerte no estaba de su lado este fin de semana. Una repentina pérdida de potencia, quizá causada por un problema en los sensores del sistema de combustible, lo relegó otra vez a la última fila. En la última vuelta, con el adelanto de Daniel Ricciardo, vio cómo se le iba de las manos la décima posición. Fernando terminó la ajetreada carrera en onceaba posición, separado de los puntos por un minuto y medio.
A pesar de todo, el asturiano finalizó la jornada estadounidense orgulloso de sí mismo, y con razón. «Pasar de correr un minuto por detrás del penúltimo coche en la segunda vuelta a correr por delante en la quinta posición con sólo 10 vueltas para terminar fue toda una proeza», explicó. Aunque, como es natural, el problema mecánico tras la hazaña supo aún más amargo que de costumbre: «Mis sentimientos tras la carrera eran más de tristeza que de alegría», confesó.
El equipo al completo terminó el fin de semana con un sentimiento entre la satisfacción y la alegría. «En McLaren-Honda no solemos celebrar pequeñas victorias, pero el resultado de Jenson de hoy es uno de los mejores de la temporada hasta ahora, y en este sentido podemos permitirnos estar contentos, si no satisfechos», explicó Eric Boullier, director de carreras de McLaren-Honda.
Finalmente, como el resto del equipo, queremos terminar este post con un gran «¡BRAVO, LEWIS!». El piloto Lewis Hamilton ganó su tercer campeonato mundial este domingo, tras una temporada perfecta.
